Nuestra romántica e irrompible historia de amor, de nuevo se volvió dolorosa y cada vez más cerca del final, como cada vez que cometemos otra tontería y de manera ya cotidiana lo mandamos todo a la caja de los recuerdos, sí, siempre es igual.
Nos enojamos, peleamos, y terminamos, me lastimas tanto que juro que no volveré a caer en tus trampas, ya perdí la cuenta de cuantas veces lo he dicho solo sé que son las mismas que no lo he cumplido, y solo con que regreses “arrepentido, y prometiendo que no volverá a pasar”, mueves mi mundo y mi rotundo “nunca más” se vuelve un sumiso y derrotado, “te amo”.
Hay veces que hasta me llego a sentir única y afortunada porque vuelves a buscarme, porque tengo a mi lado a alguien que pese a lo fraccionado de la relación se niega rotundamente a dejarme ir, y aquí esta, volviendo igual de roto que yo para tratar de pegar una y otra vez las cosas.
Solía decir que podía dejarte cuando quisiera, que tus desplantes y groserías ya no me afectarían, pero lo cierto era que solo lo decía para que sintieras que estabas por perderme y que te aferraras más a mí, pero eran tonterías de mí parte, las cosas no funcionan así.
Sigo preguntándome cual es el poder que usas en mí, pues nunca te cuesta mucho trabajo el hacerme regresar. Llegabas disfrazado de derrota, me regalabas muchas bellas promesas, de tus labios salía un “tranquila lo vamos a arreglar”, un beso, un abrazo apretadito como los que sabes dar, y de nuevo me hacías caer, de nuevo volvía a creer, pensando que en esta ocasión si sería diferente.
¿Porque esperas hasta sentirme casi perdida para retomar esos detalles que me enamoraron? ¿Por qué solo dices lo que sabes muero por escuchar cuando has hecho algo mal, cuando sabes que me hiciste enojar? cuando me lastimas quieres arreglar todo con, “lo siento no vuelve a pasar”, pero si sucede, y demasiado pronto, y basta regresar para que la burbuja se rompa de nuevo.
Me estoy viendo muy cruel al dejarte toda la responsabilidad a ti, la culpa también es mía, pues de haber puesto un verdadero alto desde hace mucho nada sería igual.
Ahora solo me queda ver nuestros bellos momentos en las fotografías, en el cine, en el parque, las fotos en la salsa de la casa, cuando veíamos películas y terminábamos siempre jugando bajo las sabanas. Me lastima ver cuánto nos amamos pero que no supimos tratarnos y ese mismo sentimiento nos llevó a destruir lo que teníamos juntos.
De nuevo estás ahí pidiéndome perdón, con discursos trillados, y besos perdidos, todo es igual, la única diferencia es que ya no estoy dispuesta, o no por el momento, a perdonarte y regresar, el ver que no salimos de ese doloroso círculo en donde la relación no madura por el contrario, solo nos estamos haciendo daño.
Ahora te toca a ti, escuchar mis disculpas, ahora me toca a mí pedir perdón, perdóname por no creer más en tus mentiras, perdóname por no caer de nuevo en la red de tus falsas promesas.
Perdóname por ser yo la que rompa con ese círculo de camino espinoso que nunca nos llevó a ningún lado, perdóname por ser yo la que dice ADIOS.
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