Agoté mis lágrimas y también mi paciencia para esperar por ti, se me ha agotado la angustia, pero han quedado unas inmensas ganas de volver a sonreír.
Aún no comprendo cuales fueron sus razones para marcharse, ni las causas de su desvanecido amor al dejarme, pues lo único que hice fue intentar darle lo mejor.
Sé muy bien que debería odiarle, pero es tanto el amor que no puedo desearle ningún mal, sin embargo es injusto que me haya pagado tan mal, nada le costaba hablar claro, decir la verdad, si no podía quererme, que ganaba con aparentar, hubiera sido mejor ser honesto y admitir que no me podía amar; y sin embargo, refirió actuar con premeditación, guardar silencio y romperme el corazón.
Es duro aceptar que de su parte todo fue una actuación, las palabras, los besos, los sueños en común, me duele aceptar que solo fui su pasatiempo, su diversión, me duele formar parte de su cruel colección.
Sé que no se acaba el mundo, ni mucho menos la ilusión, sé que aún me faltan muchos momentos por vivir, mucho amor por sentir, tantas cosas por hacer, puedo comprender que nunca fue el amor de mi vida, fue solamente una fantasía, tengo fe en que el amor real , no tardará en aparecer.
Sé que debo ser fuerte, que esta es una de tantas caídas de las que me tendré que levantar, no tengo duda que esta fue una lección más para fortalecer mi carácter, para no volver a confundir al verdadero amor de mi vida.
He decidido no guardar rencores, seguir de frente y perdonar los dolores, juro que a pesar de todo, no le guardo rencor.
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