Tal vez soy la clase de persona que sabe exactamente quien soy, la vida me ha enseñado valiosas lecciones , de ella aprendí que tienes que caerte dos veces pero siempre levantarte tres, y que existen personas que intentarán cambiar tu vida al punto que no sabrás de que manera vivir.
No soy alguien que se intimide ante las adversidades, sé lo que merezco y lucho por ello, quiero un amor eterno de esos que parecieran solo existir en cuentos y novelas; el amor no es algo que se da a cuenta gotas, se entrega con el alma. Cuando se ama, el tiempo sobra, no existen horarios, los días son diferidos, pueden ser minutos que parecen horas y horas que se convierten en segundos, tal vez ese es mi error, no ser una persona que sepa amar a ratos, en mi caso doy todo o nada.
Espero ese amor que sepa que a pesar de tenerme a sus pies, jamas usará ese sentimiento para pasar sobre mi, que no mienta para estar a mi lado, la sinceridad es la base de todo amor eterno; yo no juego al tonto desequilibrio emocional del saber que una persona va a regresar a mi, que alguien sea solo un pasatiempo. El amor no es tener a alguien tu lado y pensar que te hace daño y sin embargo no alejarte porque es mas doloroso no vivir con ese amor enfermizo.
Quiero alguien que sepa escucharme y comparta sus mas profundos sueños y alegrías conmigo, crecer a su lado, construir un lazo que ninguna tormenta pueda destruir, eso que solo se da cuando dos personas están en completa sincronía, cuando los dos comparten su individualidad.
Necesito un amor que esté a la altura de alguien que a pesar de tantas caídas, de las desilusiones, esta dispuesto a entregarse como en su primer amor. Siempre luchamos por el amor que creemos ideal, yo idealizo el amor que merezco, un amor eterno que no tenga miedo a amar a medias.
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