viernes, 29 de julio de 2016

Tardaste demasiado en volver.


Aun puedo recordar aquel día; ese en el que decidiste por ambos, en el cual tu decisión era separarnos, porque lo mejor ya no lo tenías o sentías a mi lado. Aquel día en que partiste mi corazón y me hiciste a un lado. Día en que mis lágrimas no lograron conmoverte. Tan solo me soltaste un discurso de tus necesidades y me dijiste que quizás no volverías a verme.
Puedo asegurarte que con precisión ya no puedo recordar la fecha exacta de tu partida, pero si el inmenso dolor que sentí al ver como poco a poco te alejabas. Ese mismo dolor que me provocó el saber que lo más probable es que ya no te volvería a ver ni saber de ti otra vez.

¿Sabes que es lo que también puedo recordar?

Aquellas noches en que tomado me buscabas. Noches en que solo me ilusionabas y terminábamos haciendo el amor tan solo para que al día siguiente volvieras a decirme adiós.

Y la verdad es que no puedo culparte del todo. Porque si bien es cierto¨el hombre llega hasta donde la mujer lo permite¨ y yo lo permití por amor, esa es tontamente mi única justificación.
Me cegaba el pensar que sinceramente me amabas, que quizás solo era una mala racha y que te sentías abrumado o confundido.¿Recuerdas las mil llamadas a tu móvil? Esas mismas que pocas veces llegaste a contestar. Yo sí y recuerdo que en la última llamada realizadaprometiste volver. Te justificaste diciendo que tan solo era un mal momento y no querías echarlo a perder. Que nos diéramos un espacio para madurar un poco cada uno por su lado. Que respiráramos otros aires. Que estábamos hechos el uno para el otro y que al final estaríamos juntos nuevamente.
¡Que ilusa fui al creer en tus palabras! en esperar incluso por un tiempo el que tú regresaras. El mirar mi móvil a todas horas del día ilusionada por mirar tu llamada. El salir a aquellos lugares que solías frecuentar para ver si por casualidad nos llegábamos a topar. El preguntar una y otra y otra vez a tus amigos por ti. Para que al final del día me diera cuenta de que tú sin mi si estabas siendo feliz.
Puede ser que la falta de amor propio me llevara a caer en aquella situación en que mi mundo era mi habitación. En que en medio de esas cuatro paredes lloraba sin cesar creyendo que haciéndolo te haría regresar. El sumergirme de lleno en aquella profunda tristeza que me llevó a una terrible agonía. Agonía que no solo sufrí yo, sino todos aquellos que estaban a mi alrededor.
Fueron días y noches enteras suplicando por tu amor. Añorando los días pasados. Deseando estar nuevamente a tu lado. Cumplir todos aquellos planes y sueños que juntos creamos. Volver a tener mil noches en tus brazos.
Nunca supe si en algún momento preguntaste por mí, lo cierto es que nunca hiciste nada para rescatarme de aquel horrible caos en el que se convirtió mi vivir. Pasaron días, semanas y meses sin noticias tuyas. Tiempo en el que aislarme fue lo mejor que se me dio, junto con el ¨vivir¨ mirando tus fotografías.
Cansada de aquella situación decidí salir de mi habitación. De aquella tonta zona de confort en la que me había estacionado para no encontrar a nadie que ocupara tu espacio. Decidí tomar las riendas de mi vida, enfrentar la situación con valentía. Tomar cada uno de los pedazos de mi corazón y armarlo nuevamente. Y como me dijiste: ¨decidí respirar otros aires¨.
De esa sonrisa se enamoró él. Apareció cuando no lo esperaba,cuando ni siquiera buscaba. Llegó con una hermosa mirada. Misma que me ofreció sinceridad y comprensión. Y aunque no estés para saberlo lo diré; los primeros meses no fueron fáciles, tanto para mí como para él. Tu fantasma siguió perturbando y rondando un tiempo en mi mente. No venías a mí como un lindo recuerdo, sino como el más amargo y doloroso que me causó mucho sufrimiento. Me fue muy difícil volver a creer, volver a confiar y sobre todo volverme a entregar. Miles de dudas divagaban por mi mente, inclusive tontas inseguridades. El comprender que él no tenía que ser como tú, no fue una tarea nada fácil.
A diferencia de ti, él jamás soltó mi mano. En ningún momento juzgó mi pasado. Llenó mis días de amor y de detalles. Me enseñó a amarme y a valorarme. Fue mi amigo, mi compañero, mi confidente y por eso logró conquistarme. Llenó mis días de ternura y de cariño. De palabras amables y de halagos que me ilusionaron tal cual un niño. Me reconfortó y me prestó su hombro cuando llegué a tambalearme y mi mundo gracias a él logró estabilizarse.
Me tomó de la mano y me enseñó a enfrentar la vida. Fue mi guardaespaldas y mi mejor salvavidas. Me esperó con paciencia y con devoción. Y al final del día es él quien ahora ocupa mi corazón.
Ha sido una gran sorpresa que después de meses vuelvas a buscarme. Y como una tonta excusa digas que el perderme te hizo valorarme. Que tu intención nunca fue el dañarme, que tan solo no sabías lo que querías y que por eso ahora has vuelto para recuperarme. Es injusto y cruel que después de verme feliz vengas aquí y te muestres así, tan vulnerable ante mí. Ahora vete por favor, tardaste demasiado en volver. Déjame decirte que el lugar que tu dejaste ya no está vacante, te puedes regresar por el mismo lugar por donde llegaste.

lunes, 18 de julio de 2016

Si no sabes si dejarlo o continuar, esto es para ti.


Hoy quisiera decirte que tú vales mucho. Eres tan bella como inteligente, y tienes ese don tan especial de saber hacer sentir bien a las personas que te rodean. Mira a tu alrededor y fíjate cómo, cuando sonríes, iluminas el mundo de los que te observan.
Nadie puede negar que eres una mujer de grandes capacidades y talentos, de esas que se esfuerzan por conseguir lo que quieren, que sueñan y luchan por sus deseos más profundos. Tu sonrisa contagia a todo el planeta con su fulgor, tanto que, si la gente pudiera, te observaría brillar desde el espacio exterior. Sabes ser una buena hermana, amiga, tía, novia, prima, esposa, compañera de trabajo, porque eres una buena mujer. Cuando las circunstancias son adversas, eres valiente y fuerte como una guerrera; pero cuando alguien requiere de tu cariño, eres delicada y tierna como una rosa. Eres una ganadora, tanto que tienes al mundo y a los hombres a tus pies; todos darían lo que fuera por una mirada tuya, por un beso tuyo…
De manera que el hombre que te tenga, debería valorarte mucho, amarte, respetarte y admirarte, porque mujeres como tú no se encuentran muy seguido en este tierra.

Sin embargo, si el hombre con el que estás no te hace sentir amada, déjalo y ve y busca al indicado, aquel que sí merezca esa sonrisa tuya, esos labios tuyos, esas ganas de vivir tuyas, esa dedicación tuya por todo lo que haces y esa entrega que le dedicas a la relación, porque tú sí sabes el valor de tener una pareja, así que si él no lo aprecia, aléjate.
Ahora, una vez que te hayas ido, no le guardes rencor a la persona que estás dejando. Si no te amó ni te dio el lugar que merecías, él se lo perdió; ni modo, así suele ser la vida, a veces no empatamos con las personas que esperamos. No lo odies, porque tú no mereces albergar un sentimiento tan feo como el odio, tú, que eres un alma noble, sólo puedes tener sentimientos nobles. Agradécele por todas las experiencias a su lado, por todo lo aprendido y, sobre todo, por haberte dejado ir y comprender que no eran el uno para el otro.
Y entonces lánzate en búsqueda del amor verdadero, uno que no sea cobarde, porque el amor es sólo para valientes, para los que se atreven a arriesgarse y a entregarse por completo. Si algún día te invade la nostalgia y te entran las ganas de regresar con el hombre que no supo amarte, sólo recuerda cuánto vales y que tú mereces mucho más que lo que te dio aquel que no te valoró. Nunca, entiéndelo bien, nunca vuelvas a entregarte a menos que la otra persona esté dispuesta a entregarse también.

miércoles, 13 de julio de 2016

Cuanto más inteligente es una mujer más difícil es encontrar pareja


Estoy segura que, al igual que yo, eres una mujer inteligente. Y probablemente, como a mí me ha pasado, has tenido problemas para encontrar pareja. ¿Verdad que es todo un lío? ¿Por qué será? Pues ahora resulta que un estudio ha revelado que nuestra inteligencia puede ser un serio obstáculo a la hora de construir una relación.

Un equipo de investigadores de la Universidad de Buffalo, liderados por la psicóloga social Lora Park, se propusieron investigar si los hombres prefieren a las mujeres inteligentes o si, por el contrario, las rechazan. La misma Lora había tenido problemas para encontrar pareja por su alta inteligencia, así que de ahí le surgió la idea de hacer este estudio.
Para llevarlo a cabo, se realizaron tres investigaciones diferentes con estudiantes universitarios varones, a los cuales se les presentó a una mujer con altas capacidades intelectuales y además atractiva. Lora y su equipo observaron el comportamiento de los hombres frente a la inteligente mujer.
Posteriormente, se les preguntó a los chicos universitarios si la mujer les parecía atractiva físicamente y si estarían dispuestos a salir con ella.
Sorpresivamente, aquellos chicos que aseguraron que la mujer era muy inteligente y atractiva, dijeron no sentir deseos de salir con ella.
Lora explica: “parece ser que los hombres promedio se pueden sentir intimidados ante una mujer más inteligente que ellos. Y si a eso le sumamos que esa mujer es bonita, quizá prefieran no tener ningún tipo de relación con ella”.
Así que ahora ya sabes por qué las mujeres bonitas e inteligentes tenemos tantos problemas para encontrar pareja. Pero no te preocupes, hombres hay miles y ya hallaremos a alguno que esté a nuestra altura.

16 razones por las que tener un mejor amigo hombre es genial.


Es cierto que las mujeres saben ser muy buenas amigas, que te comprenden y nunca te fallarán cuando las necesitas. Pero, por experiencia te puedo decir que tener hombres como mejores amigos es definitivamente mucho mejor. Es posible que muchas chicas no estén de acuerdo conmigo, pero yo creo que es porque no se han dado la oportunidad de tener una relación de amistad profunda e íntima con un hombre, de otro modo sabrían que ellos son sensacionales en todo sentido: te escuchan, te entienden, te acompañan a donde quiera que vayas, son tus cómplices, tus confidentes, en fin, son tus aliados en todas tus aventuras.
Por eso aquí están 16 razones por las que tener un mejor amigo hombre es sencillamente genial:
  1. Siempre están dispuestos a participar en cualquier panorama que tengas, incluso si es mirar televisión

  1. No te juzgarán por comer demasiado


  1. Ellos dan consejos más honestos, aunque a veces sean duros


  1. No tienen problemas en fingir ser tu novio para espantar a algún pretendiente molestoso




  1. Siempre están dispuestos a ayudarte con cosas que no puedas hacer


  1. Son muy buenos asesores de vestuario


  1. Nunca van a competir contigo, por nada


  1. Siempre van a darte un buen consejo y apoyarte cuando te rompan el corazón


  1. Son muy leales y jamás van a juzgarte



  1. Adoran que seas su compañera de fiestas, aventuras y anécdotas


  1. Siempre están preocupados por ti y te protegen ante todo


  1. Puede pasar: a veces pueden escucharte mejor que una mujer


  1. Suelen enojarse muy poco, de hecho, hasta se les olvida


  1. No tienen problemas en hablar sobre cualquier cosa, incluso sobre sexo (de hecho hasta te dan consejos)


  1. Siempre se preocupan de que ningún idiota te rompa el corazón


  1. Es tal como si fuese tu hermano mayor y tu más grande aliado


Así que si tú tienes un mejor amigo hombre, considérate afortunada y valóralo.


sábado, 2 de julio de 2016

No voy a pedirte nada.


No te pediré que me abraces cuando lo necesite. Ni que te disculpes conmigo cuando hayas cometido un error que me haya lastimado mucho. Tampoco te voy a pedir que me beses, que me hagas una caricia tierna, ni que te acuerdes de la fecha de nuestro aniversario y me prepares una linda sorpresa para ese día especial.

No voy a pedirte que hagamos nuestras maletas y recorramos juntos todo el mundo, ni que nos demos la oportunidad de vivir nuevas experiencias cada día. No te pediré, mucho menos, que me tomes de la mano y te sientas orgulloso de caminar a mi lado en la calle. No, no voy a pedirte que seas un caballero conmigo.

No voy a pedirte que te me quedes viendo fijamente a los ojos y me sorprendas diciéndome: “¡qué hermosa estás esta mañana!”, aunque no sea cierto, sólo para hacerme sentir bien. No voy a pedirte que un día se te ocurra escribirme un poema de tu puño y letra, aunque no sea brillante y aunque tú no seas escritor profesional, pero que nazca de tu corazón. Tampoco te pediré que me preguntes cómo estuvo mi día ni que me cuentes cómo estuvo el tuyo.

No voy a pedirte que me digas que me extrañas. No te pediré que me agradezcas por todo lo que he luchado por nuestra relación, ni que estés a mi lado cuando haya tenido un mal día y necesite de tu apoyo. No te pediré que me ayudes cuando tenga que tomar una decisión difícil en la vida. No voy a pedirte que me escuches cuando tenga algo muy importante que contarte, ni que me consueles cuando simplemente quiera echarme a llorar. No voy a pedirte absolutamente nada, ni siquiera que me ames…
…no voy a pedirte nada, porque si tengo que pedírtelo, ya no lo quiero.

Carta de un hombre felizmente casado a las mujeres que tratan de seducirlo.


Afortunadamente, no son pocos los hombres leales que desean serle fieles a sus esposas, sin embargo, en el camino se encuentran con algunos obstáculos. Es por eso que este hombre decidió escribir una carta dirigida a aquellas mujeres que se empeñan en seducir a hombres que ya han encontrado al amor de su vida y que no están interesados en nadie más.
Esta carta la vi hace tiempo publicada en redes sociales y me pareció muy linda. El hombre que la escribe en verdad ama a su esposa. Todas quisiéramos un hombre así. La carta muestra la otra cara de la moneda de la infidelidad: no la de los hombres que engañan a sus mujeres, sino la de las mujeres que seducen a los hombres casados o en una relación de pareja.
A continuación, les transcribo íntegramente la carta en cuestión:
“Queridas mujeres,
Aunque no lo crean, encontrar el amor es uno de nuestros sueños, y en el camino, nos equivocamos y lastimamos, muchas veces sin querer, y algunas otras sabiendo.
Antes de conocer al amor de mi vida, pasar tiempo con amigas era una de mis actividades preferidas. No voy a negar que las mujeres son lo mejor que Dios ha creado y que no sé qué sería de nuestra existencia sino fuera por ustedes. Pero cuando me enamoré, las cosas cambiaron, para mí y para quienes eran mis amigas.

Ahora, la mujer más importante de mi vida es mi esposa y ella se merece toda mi atención. Ustedes, probablemente han estado enamoradas de alguien alguna vez, y han sentido que el mundo sólo giraba porque esa persona existía a su lado, saben lo que se siente tener miedo de que otra mujer aparezca, y que en un abrir y cerrar de ojos, les robe a quien las hace tan felices.
Y sí, la infidelidad, es de a dos, y en última instancia, yo como hombre tengo la oportunidad de decidir seguir o no a la tentación. También es cierto que quien tiene el compromiso soy yo, porque soy el que está casado y quien hizo la promesa de serle fiel a mi esposa, y de eso tomo toda la responsabilidad, sin embargo, hay algunas cosas que se podrían evitar si todos estuviéramos en la misma página.
Mi esposa, la esposa y novia de todos los hombres que se encuentran comprometidos, son mujeres como ustedes y caminan usando exactamente el mismo tipo de zapatos que ustedes. Sienten los mismos miedos e inseguridades que ustedes sienten y tienen el mismo sueño de ser felices que ustedes tienen. Si un hombre está comprometido con otra mujer, háganle un favor a esa mujer y simplemente ignórenlo.
Amo a mi esposa y deseo hacerla feliz. No quiero ofender a ninguna mujer, ni mucho menos quiero hacerlas responsables de las debilidades de nosotros los hombres, simplemente estoy haciendo un pedido a la reflexión. Si todos ocupamos el lugar que nos toca y respetamos lo que no es nuestro, habría menos corazones rotos.
Si alguna vez le rompiera el corazón a mi esposa, sería sólo mi culpa, y tomaría toda la responsabilidad, pero por el bien de su propio bienestar y felicidad, seducir a un hombre comprometido, no es una buena idea. Enamorarse de un hombre casado sólo ocasionará un dolor que puede ser evitado.
Nada es más atractivo en una mujer que el amor que sientas por ti misma. No se rebajen tratando de seducir a un hombre casado. Si este hombre deja a su esposa por ustedes, sólo estará demostrando que no es una buena persona y que, a la larga o la corta, les estará rompiendo el corazón a ustedes.
La mujer que sabe respetarse a sí misma, es y será la mujer más sexy que jamás exista en este planeta.
Sinceramente,
Un hombre enamorado”
Desde luego, la carta se puede prestar para la polémica, pero creo que a final de cuentas el mensaje que transmite es verdaderamente positivo. Las mujeres deberían aprender a darse su lugar y no perder su dignidad tratando de seducir a hombres que ya han encontrado el amor. Cuando un hombre y una mujer han hecho un compromiso, este debe respetarse y nadie debería interferir para quebrantarlo.
Y, como dice la carta, si el hombre en cuestión deja a su mujer para andar con ella, nada le garantiza que con el paso del tiempo no llegue otra seductora que se lo quite, pues al final ese hombre ha demostrado ser muy inmaduro y no saber lo que quiere.
Creo que lo mejor, siempre, es apostarle a la fidelidad.