lunes, 30 de mayo de 2016

A veces, el mayor acto de amor hacia una persona consiste en desaparecer de su vida.


A veces el mayor acto de amor
es retroceder, dar marcha atrás,
aunque duela, dejar ir. 

Nos enfrentamos al dilema tan
grande de no saber qué hacer,
cuando lo que debemos, 

y lo que queremos hacer,
no son la misma cosa.


Es difícil sacar las fuerzas,
dejar atrás los apegos y continuar, 

es difícil realmente deshacerse
de la jodida pero a veces tan hermosa costumbre.

Aunque se parta el alma en dos,
aunque el corazón amenace
con dejar de latir,

hay que seguir caminando…
sin que sea a su lado.


El significado de ser la mujer perfecta en el momento inapropiado.


La vida nos cruzó en el momento menos apropiado, tú corazón y el mío no estaban preparados para pertenecerse el uno al otro. Si ese encuentro se hubiera realizado en otro momento, tal vez la relación hubiera estado destinada al éxito, pero no fue así.
Me gusta pensar que por alguna razón el destino se empeñó en unir nuestros senderos, lo cual dejó secuelas de felicidad en mí existir. El tiempo, será entonces el encargado de decidir si tu alma y la mía se reunirán de nuevo, de no ser así, yo podré seguir mi camino feliz, satisfecha, y sobre todo, convencida de iniciar un capítulo más en mi vida, sabiendo que valió la pena el haberte dedicado este hermoso capítulo dentro de mi libro de vida.
Fuiste para mí, algo más que una relación pasajera, lo nuestro fue algo que se recuerda con una sonrisa en los labios, con ese ademán de complicidad que caracteriza el amor puro y verdadero. Sé que cuando el tiempo me castigue con los recuerdos de nuestra travesía, sabré salir adelante, lo nuestro valió la pena, y sé que sucederá igual contigo.
Lamentó que el verdadero amor nos uniera en el momento menos apropiado,lamentó ser yo la plataforma que te impulsará hacia la madurez y el entendimiento, haber sido yo quien te hiciera comprender el valor de las personas.
Me entristece haber sido yo el cimiento de tu edificio sin construir, el querer adelantarme a tus ideales de hombre siendo que estaba tratando con un niño que apenas se introducía en el arte del amor. Me duele el saber que lo que me empeñé por cambiar en ti, tal vez nunca lo vea realizado, ya que no tendré el placer de saber que por fin comprendiste el hecho de amar el alma de la persona y no el cuerpo físico.

He llegado a considerar el hecho de que pude haber puesto más empeño en cambiarte, en trabajar con tus emociones, y es triste reflexionar al respecto y llegar a la conclusión que alguien más se éste beneficiando de mis logros. Porque fui tu alma gemela, tu relación ideal, pero en el momento incorrecto de tu vida.
Quisiera que el tiempo se hubiera reservado nuestro encuentro, lamentó ser yo la que le reclame el habernos unido en el momento más inapropiado, en el momento en el que tu corazón y el mío no tenían el mismo nivel de madurez.
Lamentó con el corazón roto y desgarrado, el a haber llegado a tu vida en el momento incorrecto.


Alguna vez lo amé y lo amé demasiado.



Sé que escribo mucho acerca del amor, aunque es un poco raro, porque justo en este momento no estoy enamorada, al menos no de esa forma romántica en la que te idealizas con alguien más; sin embargo es obvio que a lo largo de mi vida me he enamorado un par de veces, tal vez más; he derramado algunas lágrimas, como a todos me han decepcionado, y también he fallado, pero a final de cuentas puedo presumir que he  conocido la sensación de amar.

Aún tengo en la mente el recuerdo de ese primer amor, me enamoré como todos nos enamoramos; creyendo que la historia de ese amor no tendría final, experimente a su lado un montón de sensaciones nuevas; celos, enojos,  muchísimas sonrisas, momentos que nunca se me van a olvidar, los dos tan jóvenes, tan libres, tan inocentes, inconscientes de que no todas las historias tienen un final feliz.
A su lado conocí, la dicha de querer y la magia de soñar con un futuro juntos,  hablar sin tapujos, como un par de locos que confiaban en la suerte de habernos conocido, de confiar en el sueño infinito que nos mantendría unidos hasta el final.
Pero un día por azares de destino rompimos las promesas, un detalle tonto, una pelea nos separó, nuestras diferencias fueron más grandes que nuestras promesas, nos alejamos  y aunque nos extrañamos, no nos acercamos más.
Como en tantas relaciones el orgullo pudo más, deje que mi orgullo matara nuestro amor, Él me busco por muchos meses y luego se cansó. Si hoy la historia se repitiera, no actuaria igual, si hoy lo tuviera enfrente le pediría perdón por mi inmadurez, por romper su corazón, por dejarlo marchar.
Creo que como la mía, hay por ahí tantas historias más,  por inmadurez, por desidia, por simple destino o por tantas otras razones más, dejamos escapar a un chico excepcional, pero al paso del tiempo, podemos notar que hay amores que se quedan gravados en la piel.
Tal vez con un poco de suerte, este escrito pueda llegar a él, si esto ocurre el podrá entender que marco en mi vida un antes y un después. No escribiré su nombre, ni tampoco detalles de nuestra historia, pero sin  duda hay noches cuando me siento sola en que su recuerdo llega a mi mente.
Es verdad, ha  pasado demasiado tiempo, ya no lo amo.
Pero sin dudarlo ni un segundo, alguna vez lo amé y lo amé demasiado.


La razón es simple: yo te amo.


Es algo común, supongo que a todos nos pasa, conocer a alguien que llega a transformarlo todo, que cambia la manera en la que ves al mundo, que se clava en lo más profundo de tus sentimientos, que nos hace adictos a su piel.
Fuiste justamente tú  ese alguien para mí, el que menos me esperaba, el que nunca imagine, te conocía desde hace tiempo pero no significabas nada, no pasaba de una mirada, un saludo, una sonrisa  alguna palabra.
Es cierto que el destino impacta, que no se equivoca, que todo por algo pasa. Fue así, sin planearlo, sin buscarte como te encontré; de la manera menos esperada, una reunión sin altas expectativas, yo apática, tú sin ganas de estar ahí.
Y así aburridos los dos, nos encontramos en el balcón, huyendo de la multitud, del ruido, de la frivolidad. Basto un hola ¿qué tal? Para comenzar a hablar; resultando en que en verdad teníamos tantas cosas en común, tu libro favorito era también el mío, tu debilidad por el chocolate y tu adicción al café, la compartía también.
Reímos como niños, escuche tus aventuras, esas que nunca de ti me imagine, así paso  la noche y  en la madrugada nos sorprendimos bailando una lenta balada. Tus brazos se amoldaban, perfectos a mi cuerpo, tus manos en mi cintura me hicieron sentir tan segura, deseando que ese momento no terminara nunca.
Al llegar a casa, no pude conciliar el sueño, supongo que tu aroma se quedó en mi piel, pensé por un momento que todo había sido solo un sueño y entre dudas y deseos el cansancio me venció, pero algo en la mañana, me despertó, Un mensaje de buenos días que al cielo me elevó.
Gracias bonita, por tu  compañía.
Así comenzó nuestra historia de amor, lo dije antes, el destino nos unió, hoy hace dos  años de que todo pasó.  Y aquí estamos, tan juntos, tan enamorados, con tantos momentos memorados, con algunos enojos, con millones  de risas, pero con la seguridad de que quiero permanecer en tu vida, con alegría de que estés en la mía, esperando poder gozar mucho tiempo de tu compañía, convencida de nuestras compatibilidades hacen crecer nuestro amor, pero sobre todo por una razón, una simple razón:

                    Yo te amo.


Solo me amas cuando sabes que me has perdido.


Nuestra romántica e irrompible historia de amor, de nuevo se volvió dolorosa y cada vez más cerca del final, como cada vez que cometemos otra tontería y de manera ya cotidiana lo mandamos todo a la caja de los recuerdos, sí, siempre es igual.
Nos enojamos, peleamos, y terminamos, me lastimas tanto que juro que no volveré a caer en tus trampas, ya perdí la cuenta de cuantas veces lo he dicho solo sé que son las mismas que no lo he cumplido, y solo con que regreses “arrepentido, y prometiendo que no volverá a pasar”, mueves mi mundo y mi rotundo “nunca más” se vuelve un sumiso y derrotado, “te amo”.

Hay veces que hasta me llego a sentir única y afortunada porque vuelves a buscarme, porque tengo a mi lado a alguien que pese a lo fraccionado de la relación se niega rotundamente a dejarme ir, y aquí esta, volviendo igual de roto que yo para tratar de pegar una y otra vez las cosas.
Solía decir que podía dejarte cuando quisiera, que tus desplantes y groserías ya no me afectarían, pero lo cierto era que solo lo decía para que sintieras que estabas por perderme y que te aferraras más a mí, pero eran tonterías de mí parte, las cosas no funcionan así.
Sigo preguntándome cual es el poder que usas en mí, pues nunca te cuesta mucho trabajo el hacerme regresar. Llegabas disfrazado de derrota, me regalabas muchas bellas promesas, de tus labios salía un “tranquila lo vamos a arreglar”, un beso, un abrazo apretadito como los que sabes dar, y de nuevo me hacías caer, de nuevo volvía a creer, pensando que en esta ocasión si sería diferente.
¿Porque esperas hasta sentirme casi perdida para retomar esos detalles que me enamoraron? ¿Por qué solo dices lo que sabes muero por escuchar cuando has hecho algo mal, cuando sabes que me hiciste enojar? cuando me lastimas quieres arreglar todo con, “lo siento no vuelve a pasar”, pero si sucede, y demasiado pronto, y basta regresar para que la burbuja se rompa de nuevo.
Me estoy viendo muy cruel al dejarte toda la responsabilidad a ti, la culpa también es mía, pues de haber puesto un verdadero alto desde hace mucho nada sería igual.
Ahora solo me queda ver nuestros bellos momentos en las fotografías, en el cine, en el parque, las fotos en la salsa de la casa, cuando veíamos películas y terminábamos siempre jugando bajo las sabanas. Me lastima ver cuánto nos amamos pero que no supimos tratarnos y ese mismo sentimiento nos llevó a destruir lo que teníamos juntos.
De nuevo estás ahí pidiéndome perdón, con discursos trillados, y besos perdidos, todo es igual, la única diferencia es que ya no estoy dispuesta, o no por el momento, a perdonarte y regresar, el ver que no salimos de ese doloroso círculo en donde la relación no madura por el contrario, solo nos estamos haciendo daño.
Ahora te toca a ti, escuchar mis disculpas, ahora me toca a mí pedir perdón, perdóname por no creer más en tus mentiras, perdóname por no caer de nuevo en la red de tus falsas promesas.
Perdóname por ser yo la que rompa con ese círculo de camino espinoso que nunca nos llevó a ningún lado, perdóname por ser yo la que dice ADIOS.

domingo, 29 de mayo de 2016

Cuando te permites lo que mereces, atraes lo que necesitas


Cuando eres consciente de lo que mereces, y por fin, te lo concedes, y aprendes a priorizarte un poco más a ti mismo, llegará lo que necesitas en realidad. No es magia, ni es el universo tejiendo sus leyes de atracción. Es nuestra propia voluntad para ser felices, para tomar las riendas de nuestra vida…
Empezaremos proponiéndote una pequeña reflexión… ¿Qué es lo crees que te mereces a día de hoy?
Puede que hayas pensado en un descanso. En permitirte que el tiempo discurra un poco más despacio para poder así, apreciar todo lo que te rodea. Disfrutar del “aquí y ahora”, sin estrés, sin ansiedad.
Es posible que hayas pensado también “que mereces alguien que te quiera”, que te reconozcan un poco más. Sueles esforzarte mucho por los demás y no siempre ven todo aquello a lo que has llegado a renunciar.
Todos, en nuestro interior, sabemos qué es lo que merecemos. No obstante, el reconocerlo es algo que a veces nos cuesta porque pensamos que puede llegar a ser unaactitud egoísta.
¿Cómo decir en voz alta cosas como “necesito que me quieran”, “merezco ser respetado/a”, “merezco tener libertad y tener las riendas de mi vida”? En realidad, basta con decírnoslo a nosotros mismos.
No debemos equivocarnos, porque priorizarnos un poco más no es una actitud egoísta.Es una necesidad vital, es poder crecer interiormente para ser felices.
Te invitamos a reflexionar con nosotros.

Las actitudes limitantes

Muchos de nosotros solemos desarrollar a lo largo de nuestra vida muchas actitudes limitantes. Son creencias en ocasiones inculcadas durante nuestra infancia, o incluso desarrolladas posteriormente en base a determinadas experiencias.
Son esos pensamientos expresados en frases como “no valgo para nada”, “yo no soy capaz de hacer eso, fracasaré”, “¿Para qué intentarlo si siempre me salen las cosas mal?”…
Una infancia complicada con unos progenitores que nunca nos dieron seguridad, o incluso relaciones afectivas basadas en la manipulación emocional, suelen limitarnos casi de un modo determinante. Nos volvemos frágiles por dentro y vamos poco a poco, deshilachando nuestra autoestima.
Reestructura tus creencias. Tú eres más que tus experiencias, no eres quien te hizo daño o quien alzó muros para privarte de tu libertad. Mereces avanzar, mereces leer en tu interior y reconocer tu valía, tu capacidad para ser “apto” en la vida y sobre todo, feliz…

Lo que mereces, lo que necesitas

Lo que merecemos y lo que necesitamos está tan unido como el eslabón de una cadena. Te pondremos un ejemplo: “Necesito a alguien que me quiera”. Es un deseo común. No obstante, empezaremos cambiando la palabra “NECESITO”, por “MEREZCO”.
Te mereces a alguien que sepa leer tus tristezas, alguien que atienda tus palabras, que sepa descifrar tus miedos y ser el eco de tus risas. ¿Por qué no? Al cambiar la palabranecesidad por merecer, eliminamos ese vínculo de apego tóxico que en ocasiones, desarrollamos en nuestras relaciones afectivas.


Te amo más cuando no lo mereces porque sé que es cuando más lo necesitas.


Cada desplante, cada llegada tarde, cada contradicción sin fundamentos, solo para que tu ego te permita saberte ganador, cada discusión por fuerte que parezca, y a veces sienta que es la última, pues te sacaré de mi vida y no te daré la entrada nunca más, la verdad es que cada desacierto y sinsabor es la versión más imperfecta de ti Y LA AMO,pues es la que me hace ver tu lado más humano, cada torpeza la arreglamos de una manera aun más torpe, eso me encrespa pero siempre buscas la manera y me enamoras, cada día me enamoras.
Siempre hay un algo que me hace aferrarme, y me recuerda la riqueza del “me quedo”, y lo haré, porque te quiero, no es un regalo, ni una condición, me quedo porque quiero, aunque en repetidas ocasionesestés muy  lejos de merecerlo, pero al fin de cuentas no siempre lo merezco yo y aquí estas, aquí estamos y así seguiremos.

El permanecer no entiende de definiciones, ni de sistemas, mucho menos tormentas en vasos de agua, simplemente es el desplegar de las alas de cada uno y que en la relación siempre haya libertad para volar, alas para hacerlo, y un árbol de grades raíces que nos haga siempre regresar al nido, al enmarañado nido de nuestra vida juntos. Soy tu mano que te ayuda levantar si caes, eres los brazos que me sostienen y evitan mi tropiezo, en las buenas y en las peores siempre nos tenemos.

En cada “te quiero” están todos los colores que dibujan mis días, tu versión más imperfecta, la que es la peor cara de ti, es la mejor elección para mi, pues en el azar de la vida, tu eres mi mejor partida.
No podemos castigarnos con reproches pues cada vez que tropezamos, ahí estamos para mejorar el camino, la piedra que nos hizo caer, sabemos acomodarla en el espacio justo que da fuerza al cimiento de nuestra bella e imperfectamente correcta relación.
Siempre te ayudaré a recobrar el aliento, en esta vida necesitamos de cómplices y yo te elegí como el mío, y así de la mano seremos el aire de nuestras alas cuando no haya viento, te amo más cuando no lo mereces porque sé que es cuando más lo necesitas.
Y así, sin reproches, sin ataduras, eres mi más perfecto desastre.Amo hasta la versión más imperfecta ti.
Gracias por ser, gracias por estar.


sábado, 28 de mayo de 2016


Eres muy bonita, conseguirás a un hombre que valga la pena.


“Puedes tener a quien quieras”, ¿Nunca les han repetido esas frases? Las frases más cagadas de la historia,me gustaría tanto que dieran la definición de cada una, las he escuchado en cualquier lado, son tan… Irrelevantes.
Cuando la gente entenderá que no porque alguien sea “bonita” va a tener todo en la vida,
cuando el mundo sabrá que belleza no significa seguridad, que unos labios carnosos no son los que dan los mejores besos…

Cada vez que escucho esas frases tan trilladas lo único que me inspiran es el querer llenarles la boca con un calcetín,
porque los oídos me taladran, yo no quiero un amor que me quiera por ser “bonita”,
yo quiero alguien que me mire guapa, hermosa pero por dentro, que se enamore de mis letras,
de mis malos modales, de mi forma desorganizada de llevar la vida, que se enamoré aún con errores. 

Que si subo unos kilos no deje de parecerle que valgo la pena, la vida, las risas.


Que no mire en mis ojos el color, sino un universo dentro de ellos. Que me quieran por mi cerebro,
por la capacidad para sobrellevar las cosas, porque soy capaz de resolver mis propias dudas,
porque soy inspiración y no simple calentura.

Porque un día las arrugas llegarán y quiero alguien que este dispuesto a ayudarme a formarlas,
por cada día soleado donde frunza el ceño, por cada una en las comisuras de mi boca por tantas sonrisas,
por las que se formaran en mis manos mientras me toma de ellas.


Quiero un amor eterno al que no le guste amar a medias.


Tal vez soy la clase de persona que sabe exactamente quien soy, la vida me ha enseñado valiosas lecciones , de ella aprendí que tienes que caerte dos veces pero siempre levantarte tres, y que existen personas que intentarán cambiar tu vida al punto que no sabrás de que manera vivir.


No soy alguien que se intimide ante las adversidades, sé lo que merezco y lucho por ello, quiero un amor eterno de esos que parecieran solo existir en cuentos y novelas; el amor no es algo que se da a cuenta gotas, se entrega con el alma. Cuando se ama, el tiempo sobra, no existen horarios, los días son diferidos, pueden ser minutos que parecen horas y horas que se convierten en segundos, tal vez ese es mi error, no ser una persona que sepa amar a ratos, en mi caso doy todo o  nada.
Espero ese amor que sepa que a pesar de tenerme a sus pies, jamas usará ese sentimiento para pasar sobre mi, que no mienta para estar a mi lado, la sinceridad es la base de todo amor eterno; yo no juego al tonto desequilibrio emocional del saber que una persona va a regresar a mi, que alguien sea solo un pasatiempo. El amor no es tener a alguien tu lado y pensar que te hace daño y sin embargo  no  alejarte porque es mas doloroso no vivir con ese amor enfermizo.
Quiero alguien que sepa escucharme y comparta sus mas profundos sueños y alegrías conmigo, crecer a su lado, construir un lazo que ninguna tormenta pueda destruir, eso que solo se da cuando dos personas están en completa sincronía, cuando los dos comparten su individualidad.
Necesito un amor que esté a la altura de alguien que a pesar de tantas caídas, de las desilusiones, esta dispuesto a entregarse como en su primer amor. Siempre luchamos por el amor que creemos  ideal, yo idealizo el amor que merezco, un amor eterno  que no tenga miedo a amar a medias.


Te escribo como si me leyeras.



Otra vez parece que la noche me duele, de nuevo al caer el sol, me preparo un café, me siento en mi cama y comienzo a pensarte, de nuevo las letras se me salen de las manos y las lágrimas de los ojos. Quisiera poder decírtelo de frente, decirte que te extraño, que me haces falta, pero solo lo plasmo en papel, solo estoy escribiéndote como si lo fueras a leer.
Me vuelvo loca al pensar lo que éramos, lo que teníamos, lo que decías que me amabas, pero más me enloquece el no saber si tú también me extrañas, muero por saber si tú también me dedicas, ya no el día entero como yo, solo quiero unos minutos al día en tu mente, con eso sabré que no he salido de tu corazón.
Compartíamos todo, nos contábamos nuestras cosas, uno era el apoyo del otro siempre, no había detalle que no conociéramos mientras estábamos juntos, hablábamos todo el tiempo, y ahora que termino, somos unos completos extraños que ni se regresan el saludo, y no sabes cómo me duele, pero sé que me dolerá más el día que me dé cuenta que sales con alguien más, no sé si pueda soportar tal dolor.
Te tengo que dejar ir, pero no sé cómo obligar a mi corazón que te suelte, que entienda que lo de nosotros ya pasó, que pasó como un huracán que todo destruyó cuando te fuiste,  pero a fin de cuentas, ya pasó. Ya solo me queda hacer el recuento de los daños, un corazón roto, miles de sueños e ilusiones inundadas en mar de lágrimas en que convertiste mis ojos.

Sé que soy una tonta al seguir pensándote, al seguir queriéndote y al esperar que algo harás para evitar que me sienta como me siento, me siento estúpida cuando de la nada entras en mi cabeza por un bello recuerdo de nosotros, y de repente sales de mi corazón en forma de llanto, ya no quiero llorar por ti, ya no quiero sufrir por ti, en serio ya no quiero estar enamorada de ti, pero tal parece que no puedo dominar mis sentimientos.

Solo quiero tomar tres pastillas de “hasta nunca” y dos de “ya te olvidé”, para que de manera mágica tu recuerdo me deje de perseguir, ¿Qué te mantiene tan ocupado como para no extrañarme, porque no me extrañas? Como hiciste tú para borrar todo el mundo que me dibujaste, como  le hiciste para sacarme de tu vida tan rápido, o ¿es qué siempre jugaste  y nunca me quisiste?
Termino esta carta diciéndote que yo aún deseo saber de ti, como te fue, que comiste, deseo saber si me extrañas, simplemente sello esta carta que no leerás, con un te deseo a ti y a la vida que teníamos juntos.
Está próximo a salir el sol, mi café se enfrió, de nuevo otra noche dedicándote unas líneas que escribo como si las fueras a leer. No sé cuántos días llevo sin estar contigo, lo que sé es que las noches son más largas y dolorosas sin ti.

El día que decidí dejarte ir para siempre.


Aprendí que el amor no es siempre un cuento de hadas ni de princesas encantadas, el amor a veces duele a veces falla, que no siempre funciona como se lee en los cuentos, aprendí a diferenciar cuando es momento de soltar, de cerrar ciclos, de hacer valer mi dignidad.
Aprendí que cuando el amor se da de verdad, no hay pretexto, o motivo para no demostrarlo, que cuando el amor es verdadero, se nota, se siente, ni siquiera es cuestión de forzar  un sentimiento; por si solo fluye, florece, se hace presente.
De nuestro amor aprendí, que cuando el amor no fluye, sucede exactamente de la misma forma, cuando  no hay amor, no hay manera de esconderlo ni de fingirlo,  finalmente  como todas las mentiras llega un punto en el que es necesario admitirlo.
De nuestra relación  aprendí a no aceptar ser la resignada compañía, o un pasatiempo, ni mucho menos  ser quien  ayude a tapar un hueco emocional; de ti aprendí que mi felicidad no le corresponde a nadie más, que no necesito una compañía para amar con fuerza, para amar de verdad, que primero debo pensar en mí y después en los demás, que no se puede dar un amor entero, si no me amo a mi misma con sinceridad.
Aprendí también que la vida es simple, que no necesito amores complejos para vivir de verdad, que puedo tapar el sol con un dedo si me decido a actuar, somos nosotros mismos lo que complicamos todo, a veces el llanto o los dramas nos hacen sentir vivos, pero aprendí contigo, que esto es solo un el inicio para superar; me queda claro que ningún dolor es eterno, que todo pasa, que cada herida con el tempo sana  y que se puede siempre empezar de nuevo y con más fuerza.

No creas que con todo este discurso te quiero engañar, este proceso no ha sido fácil, sé y asumo que incluso por algún tiempo me seguirá costando estar sin ti;  lo cierto es que aunque aún  te pienso y constantemente te extraño, mi primer paso es no querer vivir así.



miércoles, 25 de mayo de 2016

Te mereces a alguien que te ofrezca nada menos que el mundo.


Te mereces ser el sueño hecho realidad de alguien, y no la idea de último momento.
Hay muchas cosas con las que nos podemos conformar en la vida. Sin embargo, la única cosa con la que nunca debemos conformarnos es el amor.
Siempre queremos que todo sea color de rosa, o que el mundo nos de todo fácil y rápido, el amor es una de las cosas mas bonitas y difíciles de entender, ya que la confianza es una base de eso, el amor cuesta mantenerlo una vez que se tiene, y sobre todo hay veces que nos lastima, y nos hace sentir que ya no vale la pena volver a intentarlo.
Hay muchas cosas que no sobresalen en la vida, pero el amor no debería ser una de ellas. A través de esa infinidad de cosas mediocres y comunes que experimentamos día a día, el amor ciertamente debe desafiarlas a todas.
Nunca deberíamos conformarnos con alguien que podría irse y no volver jamás. Nunca deberíamos conformarnos con alguien que no reconoce lo que está sosteniendo al sujetar nuestras manos o alguien que no nos recuerde todos los días lo mucho que significamos para él.
Lo que realmente te mereces es… bueno, todo.
Lo que te mereces es a alguien que te extrañe a penas salgas por la puerta, incluso si sólo te vas por un momento.
Te mereces a alguien que no crea en cuentos de hadas, pero que sí te trate como una princesa, simplemente porque eso es lo que eres para él.

Te mereces alguien que te desafíe en lugar de simplemente rendirse. Alguien que comparta sus pensamientos contigo de forma honesta, porque van a compartir sus vidas de forma honesta juntos. Además, alguien que sepa perdonar y ser feliz, en lugar de buscar tener siempre la razón.
Te mereces una pasión que despierte a tu ser interior y que entrelace sus corazones en uno solo.
Te mereces sentirte querida siempre, y nunca dudar ni por un momento de lo que siente él por ti.
Te mereces ser celebrada con ternura. Te mereces ese beso estremecedor.
Te mereces alguien que siempre elija el asiento de al lado y que nunca tenga que presumir de lo afortunado que es porque todos pueden verlo claramente en su rostro cuando te mira.
Te mereces un amor verdadero y épico, que tenga todo lo anterior. Te mereces ser el sueño hecho realidad de alguien, y no la idea de último momento.
Sí, te lo mereces todo, pero esa persona que hay en el mundo lo merece también. Se merece la chica junto a él para alcanzar todo lo que siempre quiso tener.
Tú misma debes justificar el amor que crees que te mereces. Así que conviértete en esa persona que merece el mundo, y el mundo te traerá ese amor.
Lucha por lo que quieres y veras que la espera habrá valido la pena.

Manual de la mujer inteligente (cabronas absténganse):


1- Mande a todos a la verga.
2- No mande mensajes ni stalkee al sujeto en cuestión. 
3- Báñese, aunque se quiera quedar en cama, métase a bañar.
4- Póngase perfume en el escote, (indispensable) y lápiz labial.
5- Use única y exclusivamente rímel en base agua, para cuando sienta ganas de llorar lo piense dos veces.
6- Salga de su casa, no importa si no tiene a quien visitar. 
Agarre al perro y salga. 
No tiene perro?, agarre un libro y diríjase al parque más cercano. 
7- Sonría, nadie quiere estar con una persona con cara de amargada.
8- Hágase el amor. 
Usted solita, en su cuarto, con o sin estímulo.
Las sonrisas más bellas se muestran cuando uno está satisfecha.
9- Coma, bien y copioso. Consiéntase. Un antojo no matará a nadie. 
Las dietas están hechas para romperse una vez al mes.
10- Quiérase, suena fácil, ya sé.
Mírese en el espejo con respeto y serenidad. 
Si no tiene nada agradable que decirse permanezca en silencio.
Si no aprende a respetar su sobrepeso, su estatura, el tamaño de su busto, sus estrías y celulitis, es fácil que alguien pueda herirla en su intimidad.
11- Recuerde que todo esto pasará.
Nada dura para siempre. 
Deje salir sus lágrimas, pero no se regodee en su dolor. 
Ya mañana puede volver a comenzar.- Sirena Morena.

domingo, 22 de mayo de 2016

Para el futuro amor de mi vida.


“Juro leerte esto cuando te conozca”.
Mi (futuro) amor:
Quiero que sepas que esto es nuevo para mí. Cada palabra, cara mirada, cada “te quiero”. Aún no son 100% parte de mi ser, pero a la vez salen de lo más profundo de mi corazón. Tengo años imaginando tu sonrisa, tu mirada, tu voz.
Ahora sé cómo son y no sé que decir…creo que es amor, pero no estoy segura, no me había sentido así antes. Tengo miedo, no puedo decir que no, mi corazón esta viajando a mil por hora a lugares desconocidos, no sueltes mi mano, por favor.

Quiero que sepas que nunca he amado, pero he querido y me han roto el corazón. He regresado en mis pasos para recoger los pedazos, los he vuelto a unir, y ahora te lo doy, con cicatrices, pero late por ti.
Guárdalo sin miedo pero con cuidado. Sé que crees que soy fuerte porque ando sola por la vida, pero te confieso que por dentro soy arena…caigo para levantarme de nuevo. No dejo que nadie lo sepa. ¿Guardas mi secreto?
Soy una caja de sorpresas. Voy a querer escribirte muchas cartas, hornear pasteles, llamarte en la madrugada, sólo para escuchar tu voz…pero también voy a hacer cosas sin avisarte, y te pido disculpas, no estoy acostumbrada a que alguien esté pendiente de mí. Estoy aprendiendo a equilibrar de nuevo mi vida. Tu llegada es el terremoto más dulce, pero aun así, has desordenado algo dentro de mí, y estoy aprendiendo a vivir así.
No sé discutir sin llorar, no sé ceder, nunca me he peleado con alguien tan importante como tú. Estoy loca, voy a gritar y hacer un berrinche, porque busco que me calles con un beso. Cállame y luego conversamos un acuerdo, pero primero bésame. Dame la mano al caminar, lo sentiré extraño pero me gusta.
Si algún día quieres llorar, hazlo, limpia el alma; jamás pensaré que eres débil; eres fuerte por mostrar tus lágrimas.
Dicen que lo bueno llega a los que esperan. Esperé bastante por ti y ya te encontré y tú me encontraste. Gracias por cruzarte en mi camino y no pasar de frente. Gracias por tu mirada, por tu corazón, por tu sonrisa. Iluminan mi vida más que un millón de estrellas. No soy cursi, creo que estoy enamorada de ti. Juro leerte esto cuando te conozca. Te quiero como siempre y para siempre.
Yo.