lunes, 20 de junio de 2016

Que las cicatrices sean recuerdos y no excusas para no volver a amar.


Todos, alguna vez en la vida, hemos tenido una decepción amorosa que nos ha marcado, que nos ha destrozado la vida, los sueños, las ganas y las ilusiones. Nos han engañado, nos han mentido e, incluso, nos han dejado por alguien más. Son relaciones que nos dejan devastados a tal grado de creer que nunca más nos volveremos a enamorar.
Intentamos cerrar el corazón para vivir un poco en equilibrio, cuando lo que realmente queremos es, cerrar nuestra mente para evitar más desilusiones, frustraciones y fracasos. Nos volvemos alérgicos al amor alejándonos por completo de cualquier tipo de sentimiento. Pero después de todo, creo que es normal, ya que el termino de una relación nos deja casi siempre un mal sabor de boca, una amarga sensación a fracaso.

Y muchas veces, en el fondo, vivimos llorándole a un pasado que no queremos dejar ir. Nos aferramos al dolor permitiendo que los recuerdos y los pensamientos llenen nuestra mente, cada grieta y cada ranura de nuestras vidas. Tocamos cicatrices que nos recuerdan el daño provocado.
El miedo de volver a sufrir nos lleva inevitablemente a perder la confianza en el amor,  a evitar enamorarnos por un periodo indefinido de tiempo, y es comprensible, porque no sólo perdemos a una persona especial en nuestra vida, también perdemos esa parte en la que nos convertimos cuando estamos con ella.

Llegamos al punto de creer que lo que hemos vivido es más que suficiente, y no consideramos el hecho de que quizá, lo mejor esté por venir, ¿porque sabes? El corazón nunca se cierra. Él vive de puertas abiertas y el amor siempre será bienvenido. Y que recordar a los amores que te han marcado, está bien, son cosas que a todos nos pasa, pero hay que seguir adelante. Hay que tomar la enseñanza y no convertirnos en un estado permanente de tristeza o rechazo al amor, porque posiblemente hay alguien para ti en este mundo.
Sería muy triste convertirnos en personas solitarias que por temor a sufrir, eliminamos de nuestra vida el deseo de sentir, de conocer y arriesgarnos por alguien más. Después de todo, los corazones rotos se curan, pero los protegidos se convierten en piedras.

Es bonito volver a sentir a alguien que nos abrace, que nos diga palabras de aliento, alguien que nos mire con ternura y también, con mucha pasión. Alguien que nos haga explotar a carcajadas, y que cuando sea necesario, seque nuestras lágrimas. Alguien que nos acepte tal y como somos sin intentar cambiarnos… Pero sobre todo, a alguien que insista en quedarse, a pesar del puto miedo que nos da volver a amar.




sábado, 18 de junio de 2016

Por si acaso me llegaras a extrañar… quisiera saberlo.


Hazme saber si me has echado de menos, no importa que haya transcurrido el tiempo, no importa el rumbo que hayan tomado nuestras vidas, si ahora alguien más ha de ocupar tu lugar o tal vez el mío, no pensemos en consecuencias por un momento, déjate llevar y haz que me deje llevar, hazme saber que has pensando en mí y que tal vez te gustaría repetir lo que nos tocó vivir, cuando éramos tu y yo contra el mundo entero, cuando no había más opción que ser feliz.
Quiero saber de alguna u otra forma que te has recostado a la orilla de tu cama y que por tu cabeza han pasado todos los momentos que nos dejaron marcados, aquellos besos que se nos tatuaron, aquellas huellas de mis manos en tu piel o de las tuyas sobre la mía, aquellas risas incontrolables, aquellos sueños que tanto deseamos realizar y los abrazos de los que no nos podíamos separar.

Si me llegas a extrañar vuelve a nuestro sitio, aquel que volvimos especial, en el que las tardes transcurrían a prisa y nunca acabábamos de platicar. Vuelve allí y hazme sentir que el tiempo no ha trascendido, que seguimos siendo los mismos, los mismos que se amaban con locura y pasión, los mismos que se entregaban completamente a la hora de hacer el amor.
Vuelve a pronunciar mi nombre… ¿aun recuerdas el efecto que tiene sobre mí el que lo hagas muy pegado a mi oído y casi en forma de susurro? Estoy segura que sí. Sé que puedes recordar como lograbas erizar cada parte de mi piel, sé que no has de olvidar como me hacías temblar y estremecer. Sé que has de recordar mi olor, mis suspiros y mi respiración, sé que aun puedes predecir cada uno de mis movimientos y seducirme hasta lograr aquello que con nadie más he hecho.
Por el contrario, si he de ser yo la que te extrañe demasiado, la que no pueda con las ansias de verte nuevamente, la que anhele un beso o un abrazo, la que eche de menos tu mirada y tu olor… optaré por mirar tus fotografías, aquellas en las que sales con esa sonrisa que me derretía, aquellas en las que haces tontas muecas con las que es imposible no reír. Me refugiaré repasando en mi mente aquellas conversaciones que tengo tan grabadas, esas platicas en las que las horas pasaban y pasaban y hablábamos de cómo nos hacíamos sentir, todo lo que deseábamos hacer juntos, los lugares a los que viajaríamos, los sueños que lograríamos y lo que sería mi vida junto a ti.
¡Demonios! Debo reconocer que ya te extraño lo suficiente. Inclusive las despedidas y las prolongadas ausencias, las peleas sin sentido y las reconciliaciones que nos recordaban por qué continuábamos, el porque nos aferrábamos el uno al otro, por qué lo intentábamos una y otra vez.Extraño todo de ti, y tú ¿me extrañarás a mí?
Sabes… no es necesario que en este preciso momento corra tras de ti, que salga a buscarte, que vuele a ti. No lo es porque en aquella despedida la mayor parte de mí se fue contigo. Sería inútil ir tras de ti cuando ya me tienes contigo. Requiero que seas tú quien venga a mí, que me traigas de vuelta esa parte de mí, esa que me ha hecho sentir tan incompleta, esa que se aferra a ti aun a pesar del tiempo, de la distancia, de las circunstancias.
Hay que reconocer que nos llevamos en la piel, que no fue necesario firmar nuestra unión en un papel, lo hicimos marcándonos la vida, el destino, con esa entrega tan pura y absoluta y que desde entonces no ha habido nadie que nos remplace, sigo intacta en tu corazón, sigues intacto en el mío.
Podrán decir que no ha sido amor, que si hubiese sido amor continuaríamos juntos, pero simplemente a veces debemos reconocer que por más que haya amor, hay cosas, deseos, situaciones que simplemente no pueden ser. Otros dirán que lo mejor es pasar la página y probablemente lo sea, sin embargo hay amores que no se los lleva ni las peores de las mareas. Que quedan en el pasado pero siempre presentes y que incluso después de años si vuelven a aparecer, nos vuelven a sacudir.
Y por si acaso me llegaras a extrañar… quisiera saberlo. De repente mira al cielo y ve la luna, en alguna parte yo también la estaré viendo y quizás si no es posible un encuentro, eso podría ser lo más cerca que estemos… pero tal vez en algún otro tiempo… sea nuestro momento.


La persona que te quiere en su vida no lo piensa dos veces.


Te lo mereces. Mereces alguien que ponga el mundo entero a tus pies. Mereces que te vean como la mujer más linda y más simpática que hayan conocido en su vida, que te digan que eres un ser maravilloso y fenomenal. Mereces los mejores versos de amor, las palabras más encantadoras, las más tiernas, las más dulces, los halagos más bonitos que sean capaces de derretirte al escucharlos. Mereces que te roben miles de besos y que te saquen cientos de sonrisas. Mereces alguien con quien platicar de todos los temas imaginados y por imaginar, así sea lo más profundo del universo o lo más superficial. Mereces noches en vela, a la luz de la luna, en la playa o en la montaña, haciendo el amor o simplemente acariciándose sin morbo, contemplándose y dedicándose miradas traviesas pero sinceras. Mereces un lugar al que llamar hogar, a donde llegar después de un día cansado y estresante, donde alguien te reciba con los brazos abiertos para decirte que todo está bien, que ya estás en casa. Mereces todo eso y más… pero recibes tan poco que comienzas a creer que puede ser tu culpa.
No está mal querer a alguien con todo tu corazón. No está mal que luches por ese amor, que te empeñes porque las cosas funcionen. No está mal que quieras recibir tanto amor como tú das y es normal que, al no ser correspondida, te sientas mal. Lo que sí está mal es que te quedes ahí esperando a ver si esa persona cambia de opinión y de pronto, de la nada, decida quererte tanto como tú la quieres. Tú vales mucho y eres lo suficientemente inteligente como para saber que la persona que realmente te quiere en su vida no se lo piensa dos veces para demostrártelo. Si él no te lo demostró desde un principio, es que no le interesas. Debes aceptarlo.

Eres muy valiosa como para quedarte esperando a ver a qué horas se le ocurre llamarte. Debes eliminar toda esperanza, él no te va a buscar, y si lo hace, será sólo porque necesita con quién pasar un rato, no porque en verdad te quiera. Date cuenta, estás recibiendo muy poco.
Sé que es muy difícil desapegarte de alguien a quien amas demasiado, sobre todo cuando tú construiste una ilusión sobre esa relación que nunca fue. Pero debes ser fuerte y darte cuenta que a veces es mejor despegarte oportunamente que seguir perdiendo tu tiempo donde no te quieren ni te necesitan.
Acepta que mereces un mejor amor. Lamentablemente tuviste que pasar por esto para darte cuenta de ello, pero comprende que no fue en vano, fue una lección de vida y una oportunidad para fortalecer tu amor por ti misma. Tú vales mucho y mereces lo mejor; libérate de tus ataduras y anda a ser plenamente feliz.

Lo más sano es dejar ir aquello que duele… aunque duela.


Dicen que dejar ir aquello que amas es una gran prueba de amor, muchos afirman que no es así, que se trata de cobardía, pero yo pienso todo lo contrario.Dejar ir aquello que amas es una gran prueba de amor hacia nosotros mismos, porque aun a pesar de amar tanto no nos nublamos la vista y nos aferramos a algo que nos está lastimando, soltamos aunque duele, demostrándonos así que lo principal es el amor propio y nuestro bienestar emocional.

Dejar ir es un acto de fortaleza y valentía. Un acto que nos ayuda a crecer y madurar. Es comprender que simplemente hay cosas que no pueden ser y hay personas que definitivamente no pueden permanecer a nuestro lado, aun cuando las amemos demasiado.
También es necesario aprender a soltar para avanzar. A veces hay situaciones o personas que tienen demasiado peso en nosotros y esto nos prohíbe seguir avanzando y vivir. Nos vamos perdiendo de momentos y experiencias, de personas que están a nuestro alrededor, ignorando que todo aquello que se suelta nos ayuda a conformar un presente más auténtico, más sano y más productivo.

Dejar ir significa darse cuenta de que algunas personas forman parte de tu historia, pero no son tu destino. —Steve Maraboli

Debemos asumir que la vida va poniendo personas y situaciones en nuestro camino como lecciones, pero también como lecciones las va quitando. Duele aceptar que lo mejor es cortar ciertos vínculos, porque en su momento es casi imposible soportar que aquello que nos hacía inmensamente felices, ya no lo podremos tener más. Sin embargo, asumirlo de la mejor manera posible y comprender que hay círculos que debemos cerrar por nuestro bien, nos ayudará en gran medida a superar más rápido cualquier duelo.
Definitivamente nadie merece vivir atado a sentimientos, recuerdos y nostalgias que lastiman, que nos hacen estancarnos en un abismo.¡Suelta y libérate de todo aquello que no te hace ningún bien! ¡Permítete avanzar! Y conserva lo vivido como un tesoro preciado. Guarda en tu corazón a aquellas personas que no han podido quedarse en tu vida.Empaca lágrimas, dolor y pesares y vuelve a empezar. Suena fácil pero verdaderamente no lo es. Se requiere mucha fuerza de voluntad y valentía, pero eres capaz de eso y de mucho más.

El secreto no es olvidar sino dejar ir. Y cuando todo se ha ido, serás rico en la pérdida. – Rebecca Solnit

En realidad dejar ir no se trata de olvidar, creo que en realidad nunca se olvida pero si se llega a superar. Aun cuando sea algo o alguien que nos haya dado amor, alegrías, ilusiones y nos haya dado felicidad, todo es posible si no los proponemos y acabamos por entender que la vida se conforma por ciclos y algunos son mejor cerrar por más que duela.
Muchos asumen que la vida es dejarse llevar, no resistirse y dejar que todo fluya. Sin embargo, yo creo que todos necesitamos y requerimos de alguien que nos quiera de igual forma hoy y mañana. Por ello es necesario saber lo que realmente queremos para nosotros mismos y conocer nuestros límites, es decir, saber que tanto somos capaces de dar, tener claro lo que esperamos recibir y que tanto podemos resistir, porque si aquella persona que hemos elegido nos está llevando por el camino de la infelicidad, lo más sano será soltarla y continuar nuestro camino.
Muy a pesar del amor, del cariño, la estima y la pasión, es bueno reconocer que no todas las relaciones son sanas, ni sabias y no todos los amores llegan para quedarse. Se requiere de una buena autoestima y un carácter fuerte para defender y poner por encima de cualquier cosa nuestra dignidad, no dejarla pisar. Finalmente dejar ir a quien no se quiere quedar, también es madurar.

Demolí todos los puentes detrás de mí para no tener otra opción que seguir adelante. – Fridtjof Nansen

No hay nada que esclavice más que aferrarse al pasado. El pasado no se borra ni se edita ni se olvida, pero nos enseña. Nunca podremos obligar a las personas a querernos como nosotros queremos o como nos gustaría que lo hicieran y finalmente para superar ambas situaciones en las que debemos aprender que ni se olvida ni se obliga, primero es necesario aceptar.
Algún día todo tendrá sentido, el dolor de ahora, el caos y la incertidumbre por dejar ir lo que antes te definía, será mañana esa puerta que te traerá cosas mucho mejores, porque recuerda… todo ocurre por alguna razón. No te lastimes llenándote el corazón de malos sentimientos o la cabeza de malos pensamientos. Agradece a cada persona el trayecto que ha tenido en tu vida y recuerda que toda experiencia ha valido la pena ser vivida.
¨Dejar ir es mejor que retener, porque soltar es potencial y apretar es limitar¨

Autor: Stepha Salcas




martes, 14 de junio de 2016

Seré muy clara en lo que siento.


Seré muy clara en lo que siento
Te deseo locamente, desmesuradamente, pero no te quiero!
No busco amor, ese ya lo tengo.
Busco el fuego que me hace falta y que solo tú solías encender en mi cuerpo.
No, no te amo, pero por ti me muero.
Por esos labios que despertaban cada poro de mi piel y me consumían por dentro.
Esas manos que dibujaban cada curva de mi cuerpo como el pintor más virtuoso que ha pisado este suelo.
Por ese aliento tan dulce que me acogía como la tibia morada en un día de invierno.
Debo ser franca, en verdad, no es amor esto que siento!
Es deseo carnal que me consume despiadadamente en un tormento.
No quiere decir que no sea así perfecto.
Para qué mezclar amor con placer cuando no es el tiempo?
Para qué disfrazar esto?
No! Ni tú ni yo lo merecemos.
Si aceptas lo que ofrezco, ven y arrancarme la ropa del cuerpo
Ven a poseerme toda por primera vez y quizá en ese momento.
Cuando seamos uno solo, quizá
entonces te amaré en silencio.”

Para ti, cuando llegues.


Esto que escribo es para ti, aunque no sé quién seas. ¿Serás algún conocido, alguien con quien haya cruzado algunas palabras? ¿O quizá nunca nos hemos visto? Como sea, espero que estés muy bien; y más que bien, espero que seas feliz, que tengas una vida agradable y plena, que te estés realizando como persona, y que estés disfrutando de cada día. Confieso que a veces ya quisiera saber quién eres, pero soy paciente. Tárdate lo necesario en llegar, no te apresures. Yo estoy bien por acá, disfrutando la vida, conociéndome a mí misma y gozando de mi propia compañía. Sólo espero que coincidamos en el momento justo, ni antes ni después.
Cuando llegue el momento de conocernos, quiero que seas ese chico que no esté a mi lado por necesidad, sino por elección. Quiero que me escojas cada día, que me extrañes, que hagas por mí cosas que nunca pensaste. Por mi parte, quiero entregarte lo mejor de mí, quiero hacerte sonreír, llenarte de mil y un sorpresas, mimarte y consentirte siempre. Quiero conocer tus anhelos más profundos, tus sueños, tus aficiones, las cosas que te apasionan, tu deporte favorito, la música que te llena, todo, quiero conocerlo todo de ti. También deseo que me compartas tus miedos, que me enseñes las cicatrices de tu pasado, que me confíes aquello que nadie más sabrá, porque yo guardaré tus secretos más profundos con doble candado; puedes confiar en mí.
Quiero que nos desvelemos conversando de temas profundos, pero también de tonterías sin sentido. Que que los sábados nos vayamos de fiesta y que los domingos la pasemos en cama, acurrucados, viendo series o películas. Quiero que sepas que te voy a respetar todos los días, que no te fallaré, porque para mí la confianza y el respeto son primordiales en una relación. Quiero abrazarte en todo momento, cuando te sientas mal, cuando te sientas bien y cuando simplemente sientas que necesitas mis brazos. Quiero invitarte a ser parte de mi mundo, que te conozca mi familia y conocer a la tuya; que tengamos amigos en común.

Quiero darte tu espacio y que me des el mío, que no nos sofoquemos,que entendamos que cada uno necesita sus momentos de privacidad. Quiero tener contigo un amor en libertad y que nunca nos acose el fantasma de los celos. No quiero ser posesiva ni que tú lo seas; quiero que entendamos que no somos la mitad del otro, sino que estamos completos y completos decidimos estar juntos.
Cuando llegues, cuando al fin te conozca, quiero que ambos estemos reconciliados con nuestro pasado, que no le pongamos cargas innecesarias a nuestra relación y que no nos juzguemos por nuestros errores de ayer. Quiero amarte y respetarte, así como eres, con tus defectos y virtudes, y que me ames igualmente, así como soy.
Cuando por fin llegues a mi vida, quiero que establezcamos una relación sólida y sincera, en la que ambos seamos pareja pero también los mejores amigos, confidentes y compañeros de aventuras. Quiero que seamos perfectamente imperfectos, el uno para el otro. 

sábado, 11 de junio de 2016

A mi ex: gracias, porque ahora sé lo que NO es el amor.


El tiempo que pasé contigo me bastó para darme cuenta de que eres un completo extraño para mí. Sí, extraño porque, aunque vivimos muchas cosas juntos, hoy te veo como un total desconocido. Extraño porque me di cuenta de que me enamoré de una idea que me hice de ti, y no de quien eres en realidad.
Me resulta sorprendente pensar que aquella persona por la que yo lo di todo en su momento, ahora sea tan extraño como cualquier desconocido que pasa a mi lado por la calle, alguien a quien ni siquiera me place mirar de reojo.
Aunque te parezca raro, te estoy profundamente agradecida. Sí, agradecida por romperme el corazón, pues, aunque en su momento fue muy duro, también fue un aprendizaje increíble: me enseñaste lo que no es el amor y esa fue una lección muy valiosa que hoy me ha preparado para saber amar en verdad a quien sí se lo merezca.
Comprendo que cada quien da lo que tiene, y si tú te portaste de una manera tonta e indiferente conmigo fue porque aún no has aprendido a amar. Sin embargo, te agradezco porque me di cuenta de que, si yo vi cosas buenas en ti, no es porque tú las tuvieras sino porque yo las tenía y las proyectaba en ti. Me di cuenta de que soy una buena persona y de que merezco alguien que me ame de verdad.

Contigo aprendí que cuando uno se entrega, nada garantiza que la otra persona se entregue también. Por eso ahora me fijo muy bien en lo que doy y en lo que recibo.
Aprendí también que yo valgo mucho, aunque tú no me valoraras, pues lo que yo soy es independiente de lo que tú sientas por mí. Aprendí, sobre todo, que no vale la pena seguir en una relación donde no te valoran, y que soy libre de irme cuando lo desee.
Te agradezco porque me di cuenta de que las personas mienten y de que la sinceridad es un valor precioso que no se encuentra en donde quiera. Gracias porque tus infidelidades me hicieron reconocer al tipo de hombre que no quiero en mi vida: alguien como tú.
Gracias porque aprendí que puedo ser una novia sincera y leal, a pesar de que la otra persona no se lo merezca. ¿Recuerdas cuántas veces tuve que sostenernos a los dos cuando tú estabas mal? Pues me siento orgullosa de ello, porque me di cuenta de que soy una mujer fuerte y valiente, y estoy segura de que ya llegara quien lo sepa valorar.
Gracias porque aprendí que en el amor no caben egoísmos. Recuerdo muy bien cómo, por tus inseguridades, te daban celos mis triunfos y cómo tratabas de opacarlos, queriéndome hacer sentir menos. Gracias a ello, hoy sé que, en el verdadero amor, uno se alegra por el éxito de la pareja y entre los dos se alientan a mejorar cada día.
Gracias porque, de los dos, yo fui la que crecí, yo fui la que me superé, y eso me deja un gran sabor de boca.
Te agradezco sinceramente porque a tu lado aprendí que hay dos clases de personas: las que, como tú, no saben amar; y las que, como yo, no sabemos no hacerlo. Y algo bueno que me dejaste fueron unas tremendas ganas de conocer a alguien que no fuera como tú y que fuera más como yo.
No te deseo ningún mal ni ningún bien, tan solo que te vaya como te merezcas.Yo me quedo con lo bueno, con los aprendizajes, y lo malo lo desecho, porque no te guardo rencor, sino que, como ya he dicho, te estoy profundamente agradecida.
Vivir a tu lado fue un mal trago, pero yo siempre tuve un mantra que me ayudó a tolerar los malos tiempos: “en la vida, tarde o temprano todo pasa, y esto también pasará”.
Gracias, extraño, y hasta nunca.

jueves, 9 de junio de 2016

Si alguna vez te fueron infiel… ¡debes leer esto!


Hoy en día la infidelidad es uno de los temas más sonados, quizás porque la mayoría sino es que todos hemos vivido alguna vez esta amarga experiencia que deja tan mal sabor de boca. Y si eres de los afortunados que aún no la ha vivido, al menos habrás escuchado alguna historia por parte de algún familiar o amistad en donde dicho tema se haga presente. Y porque no mencionar que al contarla seguramente habrás notado en el narrador o narradora melancolía en su mirar, dolor en sus palabras y tristeza en sus recuerdos.

Y es que la infidelidad es una terrible acción difícil pero no imposible de superar. Y es muy lamentable que inclusive en las mejores historias de ¨amor¨ se dé. ¨Amor¨entre comillas porque yo soy de la idea de que quien ama de verdad no engaña. No hay excusas ni pretextos. Si estas en una relación, si ha sido TÚ DECISIÓN ¿por qué no respetarla? ¿Por qué no asumir el compromiso? Y si ya no le amas, sé sincero y ¡díselo!

¿Para qué engañar, si existe la palabra TERMINEMOS?

No existen personas confundidas, que no saben lo que hacen o en lo que piensan, personas inconscientes de sus actos; esas son simples excusas tontas de personas que no tienen ni la más remota idea de lo que conlleva el estar en una relación. Las personas se dividen en dos categorías: las que saben querer y las que no.Definitivamente las personas infieles van en la segunda categoría. Simplemente no se quieren ni así mismos ni a la persona con la que supuestamente asumen un compromiso, mucho menos a la persona con la que han elegido tener una aventura ya sea de una noche, de dos, tres o de un largo tiempo. Lo único que buscan es satisfacción para sí mismo sin importarle que lastime sentimientos.
Sinceramente yo no puedo comprender el pensar y actuar de estos seres. Me es sumamente difícil ponerme en sus zapatos y es que hay historias de amor que definitivamente merecen ser respetadas. Historias en las que una de las partes ofrece y da todo a manos llenas. Personas que se entregan completamente y que nunca piden nada a cambio, al menos no hablando materialmente, lo único que desean es ser amadas de igual forma y lamentablemente estas personas son las que terminan al lado de alguien que no merece siquiera un poco de lo que ellas ofrecen.
Lo más triste es que cuando en las historias de amor ocurre una infidelidad, la parte lastimada se pregunta ¿por qué a mí? ¿En qué fallé? ¿Qué me hizo falta darle? ¡ALTO! ¿Por qué a ti?, bueno ¿y por qué no?, ¡créeme! Esa persona te ha hecho un enorme favor, te ha demostrado que no te ama, que estar contigo le da igual y que no valora el amor que tú le das. Te ha dado la oportunidad de que emprendas tu vuelo y vayas en busca de algo mejor, una persona que te brinde realmente lo mejor, te valore, te respete y te ame sinceramente. Una persona que sepa lo que quiere en verdad y asuma un compromiso como tal.

¿En qué fallaste? ¡En nada!, en algunas ocasiones la persona infiel opta por culpar al otro, haciéndole ver que ha sido ella misma quien la ha arrojado a brazos de alguien más. ¡No caigas en este absurdo cuento!, ha sido su decisión el traicionarte, ¡tú no fallaste!, diste cuanto pudiste y lo más importante; que te quede la gran satisfacción de que tú lo respetaste, que el error no ha sido de tu parte.
¿Qué te hizo falta darle?, quizás menos atenciones, menos amor, menos cuidados, menos cariño, menos tiempo, menos lealtad y un poquito menos de todo. Hay personas que no saben valorar aun teniendo a manos llenas. Quizás por ego siempre buscan obtener más y más. Quizás por simple satisfacción. Lo cierto es que no les importa cuánto o a quien puedan lastimar con sus acciones.
Las personas infieles solamente piensan en sí mismas. Están rodeadas de egoísmo y sin importar cuanto te pidan perdón, lo cierto es que nunca cambian. El/la infiel solo se calma un tiempo, tiempo en el que tú volverás a confiar, a entregar, a creer y adivina qué… lo volverá a hacer (¨genio y figura, hasta la sepultura¨).
En estos casos no creo que aplique la de ¨todos merecemos una segunda oportunidad¨, si no aprovechó la primera ¿quién te asegura que con la segunda si lo hará? Y es que para dar una segunda oportunidad debes de pensar primero en ti y en tu bienestar físico y emocional. ¿Te será fácil perdonar, olvidar y superar?
Muy independientemente de que haya familia de por medio, esa persona no pensó en ustedes; no pensó en el daño y sufrir que te causaría a ti, no pensó en lo que han vivido, en lo que han compartido, no recordó tu piel al entregarse a otro ser, ni tus labios, ni tu sonrisa, ni tu mirada, ni tus caricias, solamente quería placer ¿a cambio de qué? No importa cuales sean sus justificaciones, no mereces a alguien que te hiera y te traicione. ¡Ámate, respétate y valórate!

Es tu turno, ¡AHORA PIENSA SOLAMENTE EN TI!

Sé que no es una experiencia fácil, que duele y mucho. Que no se supera de la noche a la mañana, pero ¿qué ganarías si te encierras en tu mundo y te echas a llorar? Nada, absolutamente nada excepto hundirte aún más y ¡no lo mereces!

No es tan sencillo decidirlo y recoger uno por uno los pedazos de tu corazón que quedaron regados por todo el camino al saber aquella terrible traición. Pero nadie mejor que tú para hacerlo y de poco en poco ir armando de nuevo ese grandioso corazón que tienes. Ese que sabe entregarse completamente. Que ofrece de todo cuanto tiene. Que nunca ama a medias, que siempre elige todo o nada.
Tu mejor aliado será siempre el tiempo. Que, aunque no sana heridas, ayuda a superarlas. Poco a poco éstas cicatrizarán y no quedará más que un mal recuerdo que, aunque en un principio no lo verás así, con el tiempo determinarás que te ayudó a aprender cuanto es lo que debes de dar. Y es que no estas para recibir menos, para conformarte o para compartir. Estás para que te amen completa, sí o sí.
Fácilmente no volverás a confiar en alguien más, pero no todas las personas son iguales, hay quienes, si saben amar al igual que tú lo sabes, solo es cuestión de abrir más los ojos a la hora de elegir e ir entregando poco a poco, ¡que les cueste obtenerte! Solo así valorarán y será una persona digna de merecerte.
¡No hay prisas! Tómate tu tiempo, lleva con calma tu duelo, porque el dolor se convertirá en un luto que llevas por dentro pero tu corazón no ha muerto. Con el tiempo te volverás a ilusionar, entusiasmar y sentir cosas hermosas otra vez. ¡Tú si tienes derecho a una segunda oportunidad, no te la niegues!




sábado, 4 de junio de 2016

y pensar que un día fuiste el motivo de mi calma, de mi tempestad.


Y aquí estoy otra vez, luchando contra mis demonios, esos que se rinden cada vez que te ven…
Tantas veces me he prometido no volver a caer, las mismas veces que al mirarte he faltado a mi promesa de ser fuerte  para no creerte otra vez.
Tantas veces no me ha quedado más remedio  que  aceptar  que soy yo la única culpable de la desilusión que me dejas cada vez que te vas, siempre consiente, advertida del daño que me  vas a causar.


Sé muy bien que ya antes he prometido que esta vez no va a ser igual ,  y a final de cuentas  termino lanzando al abismo de tu tempestad ; engañando a mi mente de que esta vez no volverás a equivocarte, engañando a mis instintos de que esta vez  nada saldrá mal.

Como es de esperarse, como consecuencia obvia de mi absurda debilidad,  te he llorado tantas veces, arrepentida de tu amor que me causa tanto mal.

Esta vez, me dirijo a ti con absoluta seriedad,  pues quiero contarte que algo en mi ha cambiado, que  después de haberte llorado tanto, hoy  he despertado con nuevos planes, con nuevos sueños, pero sobre todo, queriéndome  mucho más.
 He de ser sincera para confesarte que  me ha costado mucho resignarme a la idea de que no eres tu quien hace mejor mi mundo, que nunca serás el motivo de mi risa, que tan solo serás un recuerdo que dolerá.
  Espero que entiendas que si te escribo esta carta es sin ningún afán, son solo una cuantas líneas para poner un punto final.

Me marcho sin rencores, agradeciendo lo aprendido, sin nada que reprochar. Tómalo como una despedida, como un punto de partida para comenzar de nuevo sin mirar atrás.

Nunca olvides lo mucho que te quise, nunca olvides que un día fuiste el motivo de mi calma, de mi tempestad…



viernes, 3 de junio de 2016

Dije adiós a lo que creí era la mejor historia.


Después de muchos años juntos, tras semanas de insomnio, noches enteras de darle vueltas al asunto, decidí decirte adiós.
Sé que tenemos mucho que decir, pero este no es el momento, aun no puedo entender por completo mi decisión, sé que es lo mejor, no solo para mí, para ambos, no sé qué fue lo que pasó pero nuestra chispa se apagó.
No encuentro la manera certera de agradecerte todo, todo el tiempo que me hiciste feliz a tu lado, todo el aprendizaje que me hizo madurar estando contigo de la mano, escribo esto y aun no comprendo en que momento la fuente que nos daba vida se secó, probablemente yo contribuí en gran medida a que sucediera, o tal vez los dos al mismo tiempo la secamos, pues ya no somos lo de antes.
¿Aun recuerdas como sonreíamos al mirarnos, como flotábamos al tomarnos de la mano, como nos encantaba desmenuzar nuestros sueños hasta quedarnos dormidos, y despertábamos solo para seguir soñando?, yo recuerdo cada detalle, esa electricidad que me recorría al abrazarte, pues tu mano traviesa siempre caminaba por mi espalda, recuerdo cada beso y no puedo olvidar el primero, recuerdo, esa magia tuya, esa que convertía mi día más gris, en una perfecta primavera con solo ver tu sonrisa. Siempre me motivaste a ser mejor, Gracias amor.
Gracias por enseñarme y dejarte amar como jamás creí hacerlo, gracias por ser, por estar, por ayudarme a crecer a tu lado, por enseñarme a querer, gracias simplemente por estar cada día de todos los años que estuviste conmigo, gracias por enseñarme a pedir perdón, perdón por solo terminar así, pero sé que compartes el mismo sentir que yo.
La monotonía nos absorbió, dejamos de ser fuego para terminar apagando la chimenea, dejamos que el “te quiero” se convirtiera en un frio “yo también”, por un lado me da gusto tener que haber sido yo la que ponga fin con todo esto, que ya siento como un acto de teatro mal ensayado, pero no dejo de preguntarme, hasta donde hubiéramos llegado si no haya decidido parar, pues ya hace mucho tiempo que no funcionamos juntos pero ninguno se atrevía a terminar.
No sé si sea prudente decirlo pero gracias, por amarme tanto, por dejarme amarte tan libre tan libre y tan completo, gracias también por recordarme que si no se riega la planta se marchita, gracias por estar y porque mañana no estarás, y tendré que levantarme con dolor, te extrañaré un tiempo, cuanto no lo sé, pero siempre estarás en mi mente, siempre serás un bello recuerdo.
Pese a todo lo anteriora que te entregue mi vida, mis mejores años, y el amor más bonito que haya dado, aquí estoy diciéndote adiós, aquí estoy dejando atrás mi mejor historia, pero permitiéndome crear otra.

jueves, 2 de junio de 2016

¡Bicarbonato de sodio con limón para quemar la grasa abdominal!


Bicarbonato de sodio con limón para quemar la grasa abdominal!

La mezcla alcalina de agua y Bicarbonato de sodio con limòn  es ideal para que empieces a consumirlo si lo que deseas eliminar grasa corporal y adelgazar en el menor tiempo posible que tu ni lo imaginas

Ingredientes:


1 vaso de agua hervida fría
El jugo de un limón mediano
1 cucharadita de bicarbonato de sodio.

Preparación:


*Colocarlo en un recipiente que puede ser un vaso mediano para que luego agregues el agua.
*Debes combinar perfectamente el agua con el bicarbonato de sodio para que luego agregues el jugo de limón que este fresco, es decir que recién este exprimido.
*Consumirlo de inmediato después que terminas con la preparación para que así puedas aprovechar mejor sus propiedades y beneficios. Te recomiendo que lo consumas en ayunas para que tengas un mejor efecto.

Esperamos que esta receta les haya encantado ☺

Movimientos para quemar grasa en el abdomen bajo


Mientras inhalas, comprimes el abdomen para conseguir que la cremallera suba algunos milímetros más; sin embargo, el esfuerzo es inútil… Desesperada decides que desde el lunes harás ejercicio, pero, ¿sabes cuáles son los mejores para esta zona?

De acurdo con Mayo Clinic, necesitas de 150 minutos a la semana de ejercicio vigoroso para eliminar la grasa del abdomen y 75 minutos para mantenerla a raya.

Después de saber el tiempo que se requiere, a continuación te mostramos los ejercicios más efectivos para el abdomen bajo:

Tabla lateral


Acuéstate sobre tu lado izquierdo, con tu brazo totalmente extendido y tus piernas recta y una sobre otra. Mantén esta posición por 30 o 40 segundos y cambia de lado.

Lagartijas


En posición de plancha (boca abajo), apoya tus palmas en el suelo y extiende tus brazos; con las puntas de tus pies apoyadas en el suelo  levanta izquierda y mantén la posición por 10 segundos, lleva al suelo y ahora haz lo mismo con la otra pierna.

Abdominales inversos


Acostada boca arriba, con los brazos extendidos a tu costado, levanta tus piernas. Trata de mantener esta postura el mayor tiempo posible (recuerda, el mayor esfuerzo debe llevarlo los músculos del abdomen); posteriormente, baja paulatinamente tus pies.

Abdominales de bicicleta


En la misma postura de la anterior, levanta du pierna derecha y flexiona la rodilla hasta tu abdomen; posterior mente, vuelve a tu posición inicial para después efectuar el anterior movimiento con tu pierna izquierda (alterna los movimientos

Para que puedas ver resultados en corto tiempo es necesario que realices esta variación de movimientos por lo menos media hora al día, y lo combines con una dieta baja en carbohidratos refinados: azúcar, pan de dulce, chocolate…