domingo, 24 de abril de 2016

Si es para ti, será…


He escuchado constantemente sobre el miedo a cerrar ciclos, A veces nos da tanto miedo ponerle final a las historias  , que terminamos aferrándonos a relaciones destructivas, a personas que más que provocarnos alegrías, no causan sinsabores y desdichas.
A veces nos estancamos en situaciones desgastantes, con personas que nos hieren, que nos lastiman, nos aferramos a la idea de que un día todo mejorará, nos quedamos esperando promesas que nunca se cumplirán.

Pero un día, llegará el  punto en  el que la cuerda se rompa, en que la bomba explote, en que ese amor enfermizo no dé para más. El camino será largo,  será duro el letargo por encontrar el camino que te lleve de vuelta al camino a  vivir de verdad.
A veces también pasa que a pesar de todos los esfuerzos, a pesar incluso de toparnos con personas de buen corazón, por cuestiones que no entendemos se hace imposible el amor, a  veces solo pasa, sin explicación ni nada, pero sin duda, la vida no sé acaba, siempre viene algo mejor.
 Qué puedo decirte, la vida se trata de correr riesgos, nada es totalmente perfecto, no se aprende sin fallar, esto del amor es un juego de azar, nada está escrito, todo es incierto, pues en los sentimientos nada es un hecho consumado, nada es definitivo, en cualquier momento todo puede cambiar.
De lo que puedes estar seguro, es  que es bueno soltar, que la vida merece cambios, realidades que afrontar, hay personas que se alejan y que no regresan jamás, pero es verdad que la vida da mil vueltas, mil cosas pueden pasar.
Recuerda que nadie llega a nuestras vidas por casualidad, hay que atreverse a dar lo mejor de nosotros, vivir de verdad, y dejarle lo suyo al tiempo y también al destino, porque ese no se equivoca jamás.



Ten calma, anda sin prisa, tarde o temprano todo se acomoda, todo toma su lugar, ten por seguro que lo que es para ti será  y si no lo es, sólo se alejará para nunca regresar.


jueves, 21 de abril de 2016

Quiero a alguien que me valore, no que me compre cosas caras.


En el amor, no busco un proveedor, ni mucho menos alguien que intente comprar con regalos caros la felicidad, en el amor busco a alguien como yo, que sepa apreciar los pequeños detalles que la vida nos da, alguien que sea capaz de romper  con  la rutina, que no le asuste la adrenalina que se experimenta al amar de vedad.


Me encantaría encontrarme a alguien que simpatice con mi forma de ver la vida, que no le importe cantar fuerte en el auto mi canción favorita, que sea mi coro y mi cómplice incluso en días de agonía.
Quiero ser para ese alguien algo más que un amor, quiero ser su confidente, su amante su amiga, su fiel compañera de viajes de risas y de vida; quiero ser para él su mirada preferida, que busque mi mano, que sea adicto a mi piel, quiero ser para él mucho más que solo risa, quiero ser su apoyo, su refugio, su alegría.


Espero encontrar a ese alguien que me bese en las mañanas, que me regale una flor cortada del jardín o un  simple chocolate como seña de que piensa en mí.  Alguien que sepa que no necesito cosas caras  para ser feliz, que me basta  su mirada para sonreír.

miércoles, 20 de abril de 2016

Solo me amas cuando sabes que me has perdido.


Nuestra romántica e irrompible historia de amor, de nuevo se volvió dolorosa y cada vez más cerca del final, como cada vez que cometemos otra tontería y de manera ya cotidiana lo mandamos todo a la caja de los recuerdos, sí, siempre es igual.
Nos enojamos, peleamos, y terminamos, me lastimas tanto que juro que no volveré a caer en tus trampas, ya perdí la cuenta de cuantas veces lo he dicho solo sé que son las mismas que no lo he cumplido, y solo con que regreses “arrepentido, y prometiendo que no volverá a pasar”, mueves mi mundo y mi rotundo “nunca más” se vuelve un sumiso y derrotado, “te amo”.

Hay veces que hasta me llego a sentir única y afortunada porque vuelves a buscarme, porque tengo a mi lado a alguien que pese a lo fraccionado de la relación se niega rotundamente a dejarme ir, y aquí esta, volviendo igual de roto que yo para tratar de pegar una y otra vez las cosas.
Solía decir que podía dejarte cuando quisiera, que tus desplantes y groserías ya no me afectarían, pero lo cierto era que solo lo decía para que sintieras que estabas por perderme y que te aferraras más a mí, pero eran tonterías de mí parte, las cosas no funcionan así.
Sigo preguntándome cual es el poder que usas en mí, pues nunca te cuesta mucho trabajo el hacerme regresar. Llegabas disfrazado de derrota, me regalabas muchas bellas promesas, de tus labios salía un “tranquila lo vamos a arreglar”, un beso, un abrazo apretadito como los que sabes dar, y de nuevo me hacías caer, de nuevo volvía a creer, pensando que en esta ocasión si sería diferente.
¿Porque esperas hasta sentirme casi perdida para retomar esos detalles que me enamoraron? ¿Por qué solo dices lo que sabes muero por escuchar cuando has hecho algo mal, cuando sabes que me hiciste enojar? cuando me lastimas quieres arreglar todo con, “lo siento no vuelve a pasar”, pero si sucede, y demasiado pronto, y basta regresar para que la burbuja se rompa de nuevo.
Me estoy viendo muy cruel al dejarte toda la responsabilidad a ti, la culpa también es mía, pues de haber puesto un verdadero alto desde hace mucho nada sería igual.
Ahora solo me queda ver nuestros bellos momentos en las fotografías, en el cine, en el parque, las fotos en la salsa de la casa, cuando veíamos películas y terminábamos siempre jugando bajo las sabanas. Me lastima ver cuánto nos amamos pero que no supimos tratarnos y ese mismo sentimiento nos llevó a destruir lo que teníamos juntos.
De nuevo estás ahí pidiéndome perdón, con discursos trillados, y besos perdidos, todo es igual, la única diferencia es que ya no estoy dispuesta, o no por el momento, a perdonarte y regresar, el ver que no salimos de ese doloroso círculo en donde la relación no madura por el contrario, solo nos estamos haciendo daño.
Ahora te toca a ti, escuchar mis disculpas, ahora me toca a mí pedir perdón, perdóname por no creer más en tus mentiras, perdóname por no caer de nuevo en la red de tus falsas promesas.
Perdóname por ser yo la que rompa con ese círculo de camino espinoso que nunca nos llevó a ningún lado, perdóname por ser yo la que dice ADIOS.

Juran olvidarse, pero cada que se ven vuelven a enamorarse.


Y como generalmente pasa, las circunstancias de la vida no eran las idóneas para ellos, el mundo de ella jamás encajaría en el de él, la rutina de él, nunca podría ser justa para ella, la complicada vida que tiene cada uno, los hace no poner en medio la felicidad de ambos y deciden cerrar el día con un el beso final, el beso que sella la promesa de no verse más, de olvidar cada cosa vivida, y volver a empezar separados, cada quien por su lado.
Prometieron no llamarse más, no volverse a ver por el bien de los dos, juraron jamás buscarse, pero jamás es un lapso interminable, tiempo infinito que para ellos duró solo unos días, pues sin darse cuenta, uno siempre buscaba coincidir a como diera lugar con el otro, y ese otro siempre se dejaba encontrar, pues esos dos días lejos le resultaron eternos.

De nuevo quedan en verse, únicamente para recordarse, el por qué no deben verse más, de nuevo frente a frente, y aunque tratan de evitarlo un abrazo se les desborda del cuerpo, un beso resulta incontenible en los labios, sin poder detenerlo, comienzan a decirse cosas bonitas, y sin soltarse, sus corazones de nuevo laten juntos.
Esa estúpida sonrisa de amor se les pega en el rostro cuando están juntos,pero de nuevo la fatídica rutina hace de las suyas, los aleja el uno del otro, por más que lo intentan, de nuevo uno se las tiene que arreglar sin el otro, y el otro no deja de extrañar a ese uno que lo hace creer de nuevo en el amor.
Entre cada beso, entre cada abrazo, dejan una parte de su alma, pues no desean más que estar juntos, pero el destino está escrito, y vuelven a extrañarse, jurando y prometiéndose de nuevo que no volverán a verse nunca más. Pero no pueden dejar ese sentimiento, esa ansiedad de pertenecer el uno al otro, esas ganas de robarse el aliento a besos,esas ganas de abrasarse y estrujarse el alma.
No pueden arrancarse el sentimiento del cuerpo, esas ganas de abrasarse, de besarse, no pueden evitar esa reacción de sus cuerpos al verse reflejados en sus ojos, no pueden darle la vuelta a esos pensamientos de estar juntos, haciendo todo de la mano. No pueden evitar esa sensación de necesitarse, de no separarse jamás…
Pero el adiós llega, y no es un adiós cortito que se romperá con un “hola amor” el día siguiente, es un adiós que siempre está cargado de la promesa terrible del “HASTA NUNCA”, que jamás ha llegado.
Siempre y ante cualquier circunstancia siempre se despiden con un beso y prometen no volver a verse.


lunes, 18 de abril de 2016

Eres muy bonita, conseguirás a un hombre que valga la pena.


“Puedes tener a quien quieras”, ¿Nunca les han repetido esas frases? Las frases más cagadas de la historia,

me gustaría tanto que dieran la definición de cada una, las he escuchado en cualquier lado, son tan… Irrelevantes.
Cuando la gente entenderá que no porque alguien sea “bonita” va a tener todo en la vida,
cuando el mundo sabrá que belleza no significa seguridad, que unos labios carnosos no son los que dan los mejores besos…
Cada vez que escucho esas frases tan trilladas lo único que me inspiran es el querer llenarles la boca con un calcetín,
porque los oídos me taladran, yo no quiero un amor que me quiera por ser “bonita”,
yo quiero alguien que me mire guapa, hermosa pero por dentro, que se enamore de mis letras,
de mis malos modales, de mi forma desorganizada de llevar la vida, que se enamoré aún con errores. 
Que si subo unos kilos no deje de parecerle que valgo la pena, la vida, las risas.



Que no mire en mis ojos el color, sino un universo dentro de ellos. Que me quieran por mi cerebro,

por la capacidad para sobrellevar las cosas, porque soy capaz de resolver mis propias dudas,
porque soy inspiración y no simple calentura.
Porque un día las arrugas llegarán y quiero alguien que este dispuesto a ayudarme a formarlas,
por cada día soleado donde frunza el ceño, por cada una en las comisuras de mi boca por tantas sonrisas,
por las que se formaran en mis manos mientras me toma de ellas.



Si te he dicho adiós es para siempre.


Me sorprende verte de nuevo, me sorprende que no hayas dejado de buscarme y de llamarme, ¿en serio pensaste que correría a tus brazos, diciéndote en vuelta en llanto que me da gusto que recapacitáramos y que vamos a retomar nuestra vida juntos, creías que iba a besarte y a decirte que volviéramos a empezar, otra vez?